
Como Rector, puedo concluir que: El camino hacia la innovación educativa, como lo han mostrado las investigaciones contemporáneas sobre sistemas complejos, está marcado por momentos de alta incertidumbre y, en ocasiones, por eventos que nos sorprenden, como los que Nassim Nicholas Taleb denomina “cisnes negros”. Estos eventos, raros e imprevisibles, son capaces de transformar por completo nuestro entendimiento de lo que consideramos previsible y posible. A través de su obra El Cisne Negro, Taleb nos desafía a reflexionar sobre la fragilidad de nuestras construcciones epistemológicas y educativas (presas de lo que llama el causalismo platónico) , subrayando la importancia de estar preparados no para predecir el futuro, sino para adaptarnos a lo inesperado.
En este contexto, la comunidad educativa de nuestro colegio, tras el diplomado en Rediseño Curricular ejecutado en 2024 en colaboración con la Universidad de Cundinamarca, ha dado un paso significativo hacia la construcción de un currículo más dinámico, pertinente y alineado con las necesidades del siglo XXI. Esta revisión no es una simple adaptación de contenidos, sino una reflexión profunda sobre los saberes y competencias que nuestros estudiantes deben adquirir en un mundo cada vez más complejo, incierto y globalizado.
Las nuevas mallas curriculares, son resultado de este esfuerzo colectivo, se inspiran en las directrices planteadas en la Ley 115 de 1994, los lineamientos y estándares curriculares, los DBA, los resultados evaluativos en pruebas ICFES de años anteriores y en el saber y experiencia pedagógica de nuestros docentes; pero también, en las exigencias del entorno actual, donde la tecnología, el conocimiento científico global y las demandas de un mercado laboral cambiante nos obligan a replantear la educación de manera constante.
En palabras de Taleb, “la historia se mueve en oleadas de cisnes negros, momentos de cambio abrupto e impredecible”, y es por esto que los enfoques tradicionales de planificación educativa ya no son suficientes. Nuestra intención, con estas nuevas mallas curriculares es precisamente tomar en cuenta lo inesperado, lo que no podemos predecir, y prepararnos para ello. (Aunque parezca contradictorio se planea no para el control, se planea para el azar). Ello implica que nuestros docentes deben estar en constante capacitación y actualización como se fijó en la sección del horizonte directivo, pues aunque debemos ser “expertos planificadores, también debemos estar atentos al “cambio constante de los tiempos, de las generaciones, de las necesidades vitales de nuestros destinatarios y de lo que la sociedad, la cultura y el mercado requieren”.
Sin embargo, como Taleb sostiene, “los cisnes negros tienen el poder de transformar el curso de la historia”. En este sentido, aunque nuestras mallas curriculares puedan parecer un intento de anticipar el futuro educativo, no debemos perder de vista la certeza de que el contexto y el escenario educativo siempre cambiará, por lo que el proceso de revisión constante es fundamental. Si bien hemos definido, desde un punto de vista epistemológico, las áreas fundamentales del conocimiento, hemos también establecido principios pedagógicos inspirados en la teoría del conocimiento y en las normativas nacionales e internacionales, es crucial entender que las circunstancias seguirán mutando, y que aunque esperamos estar mejor equipados y con mayor claridad en la ruta de formación de un estudiante, este “camino” siempre será provisional y deberá ajustarse a cada paso.

Una de las apuestas de este ejercicio curricular ha sido también considerar los requisitos de entrada de cada estudiante y establecer un sistema de monitoreo que permita ajustar las expectativas de aprendizaje según el avance de cada individuo. Este monitoreo constante no solo tiene como fin evaluar el desempeño, sino también permitirnos ajustar nuestras intervenciones pedagógicas a los ritmos y necesidades de los estudiantes, que, en este sentido, representan los “cisnes negros” de cada aula: impredecibles, individuales; pero fundamentales, pues como le hemos venido repitiendo constantemente en las cartas rectorales: “la gloria del maestro es el éxito del discípulo” y nuestro currículo lejos de ser masificador, pretende ser personalista, fieles al estilo de Don Bosco.
El mundo que hoy nos rodea, saturado de información, interconectado a través de la tecnología y ahora la Inteligencia Artificial, marcado por una acelerada transformación social y cultural, presenta desafíos inéditos para los sistemas y ecosistemas educativos. En este contexto, la necesidad de un “modelo platónico”, tal como Taleb lo describe, se hace indispensable. La “teoría de las Ideas” platónica es un intento de capturar lo esencial, de idear un diseño ideal que, como una brújula, nos oriente en tiempos de caos. Sin embargo, como lo afirma Taleb, este modelo debe ser flexible, sujeto a revisión, nunca definitivo. La “idea” de un currículo perfecto puede no existir; por eso, es necesario un constante ejercicio de adaptación y reinvención, de tal suerte, que todo ejercicio de planeación académica debe ser capaz de sortear tanto lo previsible como lo imprevisible.
Con la conciencia que nos suministra el entender que el “conocimiento nunca descansa” ; surge la propuesta clave, que hemos venido planteando desde años anteriores a la comunidad educativa: “la construcción de agendas de conocimiento”, que fomenten la investigación formativa en el aula, con un enfoque contextual y pertinente, que tomando la iniciativa y curiosidad de nuestros estudiantes y docentes y sus relaciones con el entorno, los lleve a “problematizar la realidad” y a buscar desde el saber respuestas efectivas (conocimiento aplicado). Estas agendas deben estar orientadas no solo a la adquisición de contenidos, sino también al desarrollo de competencias para la vida en sociedad. Necesitamos que nuestros estudiantes no solo acumulen conocimientos, sino que sean capaces de transformarlos en soluciones innovadoras a los retos que plantea la sociedad del conocimiento.
Este tipo de enfoque se convierte en un recurso invaluable para sortear la imprevisibilidad de un entorno cada vez más incierto. La investigación formativa se convierte, así, en un “antídoto” contra la rigidez de un currículo estático, proporcionando flexibilidad para adaptarnos a lo inesperado. Al mismo tiempo, el reto es integrar estas nuevas formas de enseñanza con una mirada profundamente humanista y salesiana que, como lo subraya Bertrand Russell en su obra La Conquista de la Felicidad, coloque en el centro de nuestra labor educativa el bienestar integral de nuestros estudiantes, docentes, administrativos y padres de familia.
Russell nos recuerda que “la felicidad no depende tanto de lo que nos sucede, como de la actitud con que enfrentamos lo que nos sucede”. Es por esto que, como parte del esfuerzo académico para 2025, proponemos la creación de un syllabus de la felicidad, un espacio curricular dedicado a la educación emocional, la inteligencia social y las habilidades blandas. La educación no debe ser solo una transferencia de conocimientos, sino un proceso que fomente el crecimiento personal, la empatía, la resiliencia y el sentido de comunidad. De nada sirve haber diseñado un currículo perfecto si no somos capaces de formar seres humanos felices, equilibrados y capaces de afrontar la adversidad con creatividad y optimismo.
Con este propósito, hemos dicho, queremos sumarnos a “las sociedades del conocimiento”, donde la transformación del currículo es una tarea permanente, dinámica e impredecible. El proceso de aprendizaje debe ser entendido como un proceso vivo, siempre en construcción, que nos desafíe a cuestionar lo establecido y a estar preparados para lo inesperado. En este camino, tal vez no podamos anticipar el próximo “cisne negro” que transformará nuestra realidad, pero sí podemos asegurarnos de que nuestro colegio está preparado para abordarlo con una visión flexible, abierta y profundamente humana. Debemos ser conscientes que en cada acto educativo planeado, ejecutado, evaluado, y que logra brindar herramientas útiles para afrontar la vida, no sólo estamos sembrando para el presente sino para el mañana.
Este es el desafío que nos espera en 2025: avanzar en la construcción de un currículo vivo, centrado en las personas y adaptable a los cambios constantes del mundo. Un currículo que no solo forme para el conocimiento, sino también para la felicidad.
Como Rector, he sabido rodearme de Asesores y de un Equipo de Docentes Líderes que desde las diversas gestiones han aportado al éxito del proceso académico cosechado durante el 2024 y que esperamos incrementar en este 2025, por fortuna contamos con padres de familia y cuidadores comprometidos y conscientes de su labor como primeros educadores, pero sobre todo quiero resaltar el compromiso de nuestros recién graduados estudiantes de grado 11, quienes asumieron el reto de prepararse con calidad y exigencia, en búsqueda de la excelencia. Esta visión nos llevó a incrementar nuestros puntajes en las áreas evaluadas por el ICFES y nos permitió ubicarnos como un Colegio clasificado en el nivel A . Sea esta la oportunidad para depositar ese voto de confianza en la promoción 2025, quienes están llamados a mantener este legado y a dejar su huella positiva aumentando estos resultados. A continuación, les presento la información del índice sintético:

Recordemos que el Plan Rectoral en lo académico, se propuso desde el 2023 dos grandes metas, sobre las que presentamos informe de seguimiento y nivel de ejecución en el 2024.
1. La articulación de nuestra IE con lo que Peter Druker denominó: una “Sociedad de Conocimiento”. A partir del diseño y actualización de las Mallas Curriculares de Nuestro Colegio. Proceso que se cumplió satisfactoriamente en el año 2024 a través del Convenio de Cooperación Académica No 20230622 – 047 celebrado entre la Universidad de Cundinamarca y Sociedad Salesiana Colegio Juan del Rizzo. A continuación presentamos la descripción de esta “experiencia de innovación” en palabras de Grace Diaz docente del Diplomado:
ESTRUCTURAS CURRICULARES Y EVALUACIÓN FORMATIVA EN LA EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA EN EL COLEGIO SALESIANO JUAN DEL RIZZO
Objetivo general:
Desarrollar en los docentes las competencias necesarias para resignificar las mallas curriculares, integrando enfoques de innovación educativa y adaptabilidad, para responder de manera pertinente a las necesidades del contexto sociocultural, promoviendo la diversidad y garantizando los aprendizajes básicos de los estudiantes en la educación preescolar, básica y media del Colegio.
Objetivos específicos:
- Fortalecer el Proyecto Educativo Institucional a través de la identificación de necesidades de mejoramiento identificadas en el ámbito del diseño y la ejecución
curricular. - Conocer y desarrollar, por parte de los participantes, conocimientos y habilidades en torno al diseño y la ejecución curricular, de tal manera que se cualifiquen los aprendizajes de los estudiantes a partir de apuestas curriculares pertinentes y coherentes con los referentes de calidad.
- Construir, a partir de lo aprendido, el diseño y fundamentación de una propuesta de diseño y ejecución curricular (mallas) que se articule con el contexto institucional.
- Duración: 72 horas: 36 horas con tutor y 36 horas de trabajo independiente.
- Consigna final: Entrega de productos: mallas por área, grado, y ciclo.
Estructura curricular:
El diplomado se desarrolló en sesiones de formación cohesionadas a un trabajo independiente y de asesoría que se dividió en cuatro fases:
- El Proyecto Educativo Institucional
- El Proyecto Educativo vivido
- El proyecto educativo como ruta de orientación
- El proyecto educativo en movimiento
Las fases del diplomado permiten el abordaje de cuatro dimensiones fundantes que abordan en su interior preguntas problematizadoras que conllevan, a su vez, la reflexión del propósito de la actualización curricular.
El diplomado desarrollado abordó temas clave para la transformación de las mallas curriculares centradas en el estudiante, logrando una participación activa y reflexiva de los asistentes en cada una de las sesiones. En la primera sesión, se analizaron los fundamentos necesarios para entender, implementar y transformar mallas curriculares, sentando las bases para un enfoque centrado en las necesidades del estudiante. Posteriormente, en la segunda y tercera sesión, se trabajaron los principios epistemológicos y didácticos del diseño curricular, así como el desarrollo progresivo de habilidades, conocimientos y competencias mediante objetivos de aprendizaje secuenciados por área y grado, promoviendo un trabajo colaborativo que permitió identificar las fortalezas y los retos en la planeación educativa.
Las sesiones también incluyeron un análisis crítico de las políticas educativas y los referentes de calidad vigentes, así como la incorporación de elementos de inclusión y diversidad en el diseño curricular. Estas temáticas, tratadas en las sesiones cuatro y cinco, propiciaron discusiones enriquecedoras que destacaron la importancia de atender las particularidades de cada contexto escolar y de garantizar la equidad en los procesos de aprendizaje. En la sexta sesión, se enfatizó en la evaluación formativa como herramienta esencial para el fortalecimiento de competencias socioemocionales y su vinculación efectiva en las mallas curriculares. Asimismo, la última sesión permitió a los participantes construir, seleccionar y priorizar aprendizajes de manera secuenciada, reforzando la coherencia y progresión de los objetivos educativos.
Como recomendaciones finales, se sugiere fortalecer el componente disciplinar de los participantes mediante estrategias que promuevan una implementación práctica y efectiva en el aula, alineada a los Referentes de Calidad educativa establecidos. Es crucial garantizar que los procesos diseñados respondan a las expectativas institucionales, promoviendo un acompañamiento continuo que facilite la adaptación y sostenibilidad de las mallas curriculares transformadas. Estas acciones contribuirán significativamente a consolidar una educación más inclusiva, pertinente y de calidad.
“Agradecemos a la Comunidad del Colegio Salesiano Juan del Rizzo y a sus Directivas por esta valiosa alianza que se constituye en un paso trasformador de la educación de nuestros jóvenes y en un incentivo de innovación para los docentes”
2. La Construcción de un sistema de investigación escolar que diseñe y ejecute “Agendas de Conocimiento por Áreas del Saber”. Cómo se ha venido explicando esta iniciativa fue pausada en el 2024 por la prioridad que representaba el Rediseño Curricular, pero este 2025, de acuerdo al Horizonte Directivo, tiene como uno de sus propósitos en lo Académico que, cada una de las áreas, presente su primera versión de Agenda de Conocimiento e Investigación. Recordemos algunos elementos esenciales de esta iniciativa:
PROYECTO DE AGENDAS DE CONOCIMIENTO POR ÁREAS
El plan rectoral concibe las “Agendas de conocimiento” como una de las formas de construcción de Sociedades de Conocimiento, en las que se identifican mapas conceptuales claros, que valoran y proyectan las propias capacidades en investigación escolar, articulando temáticas de interés (personal, comunitario y social), facilitando la articulación y la superación de la brecha entre lo que se enseña y lo que el mundo laboral requiere, entre la teoría y la práctica. Una Agenda de conocimiento convoca todas las áreas establecidas en la ley general de educación y pone su énfasis en la transversalidad de las ciencias, la tecnología y la innovación.
El Proyecto “Agendas de Conocimiento”, se concibe como una primera fase para crear un modelo institucional de estudio e investigación escolar y su articulación con la extensión y proyección de la obra en sus entornos inmediatos.
Son objetivos de este proyecto: 1) reconocer la esencia y vocación de una Institución educativa, 2) incorporar en el currículo la diversidad, heterogeneidad, pluralismo en pensamiento, visiones, metas y formas de concebir la generación del conocimiento, su aplicación y su articulación con las necesidades del país, 3) promover procesos de apropiación directa del saber y del conocimiento de la comunidad académica 4) provocar debates académicos necesarios para crear una cultura de la reflexión crítica del pasado, del presente y del futuro 5) cualificar a nuestros docentes y estudiantes, los primeros en lo laboral, y los segundos en su preparación para las pruebas de Estado y su ingreso a la Universidad, 6) propiciar reflexiones sobre la relación colegio-sociedad.
Como Rector les propongo generar Agendas de Conocimiento en los siguientes campos: (1) ambiente y biodiversidad (2) arte y culturas (3) construcción de ciudadanías e inclusión social (4) emprendimiento y desarrollo organizacional (5) matemática financiera y economía doméstica (6) Hábitat, salud y vida (7) tecnologías de la información y las comunicaciones, y (8) literatura y sociedad. Todas soportadas en un proceso gradual de bilingüismo que fortalezca el aprendizaje de una segunda lengua.
Cada Agenda de Conocimiento debe pensar sus problemas y asuntos de reflexión en conexión con las problemáticas institucionales y de la sociedad colombiana.
Para consolidar esta agenda como clave en la formación en lectura critica debemos generar: (1) lectores competentes iniciados en el hogar (2) lecturas que generen emociones y sentimientos positivos (3) lectores con sensibilidad literaria respecto a la sonoridad, la voz, la melodía, la entonación (4) lectores con conocimiento de las obras clásicas o del canon literario (5) lectores cualificados en análisis literarios (6) lectores familiarizados con la cultura popular y la lectura digital. (7) Literatura, Sociedad y Paz.
Esta estrategia se constituye en un insumo valioso para desarrollar las temáticas y el currículo que debemos construir de la cátedra: “Construyamos felicidad”.
METODOLOGÍA DEL ÁRBOL DE PROBLEMAS PARA GENERAR LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN COMO EJES DE LAS AGENDAS DE CONOCIMIENTO
El árbol de problemas es una herramienta visual que ayuda a identificar y analizar las causas y consecuencias de un problema central. En el contexto de la educación y la creación de proyectos de investigación para las Agendas de Conocimiento, esta metodología se enfoca en entender las limitaciones y desafíos actuales para luego formular preguntas de investigación que orientarán la indagación.
Pasos para Aplicar la Metodología del Árbol de Problemas:
- Identificación del Problema Central: Definir claramente el problema que se busca abordar. Preguntarse: ¿Cuál es la principal limitación o desafío en la educación que queremos resolver?
- Identificación de Causas: Enumerar las causas que contribuyen al problema central. Preguntarse: ¿Cuáles son los factores que contribuyen a la existencia del problema?
- Desglose de Causas en Subcausas: Analizar cada causa identificada para desglosarlas en subcausas. Preguntarse: ¿Qué aspectos específicos contribuyen a cada causa principal?
- Análisis de Consecuencias: Identificar las consecuencias directas e indirectas del problema central. Preguntarse: ¿Qué impacto tiene el problema en diferentes aspectos de la educación?
- Formulación de Preguntas de Investigación: Utilizar las causas y consecuencias identificadas para formular preguntas específicas. Preguntarse: ¿Cómo podríamos investigar para entender mejor estas causas y consecuencias?

¿CÓMO PRESENTAR EL DOCUMENTO?
1. Portada: Incluir el nombre del proyecto, el logo de la institución y el periodo académico. 2. Resumen Ejecutivo: Sintetizar los objetivos, alcance y beneficios esperados de las Agendas de Conocimiento. 3. Introducción: Contextualizar la necesidad de desarrollar Agendas de Conocimiento. Describir la importancia de la investigación formativa y su impacto en la calidad educativa. 4. Justificación: Explicar por qué es fundamental implementar Agendas de Conocimiento. Argumentar cómo esta estrategia mejora la pertinencia de la educación y favorece el desarrollo integral de los estudiantes. 5. Objetivos: Establecer metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo definido para la implementación de las Agendas de Conocimiento. 6. Metodología: Detallar el enfoque paso a paso para el diseño y ejecución de las Agendas de Conocimiento, siguiendo las preguntas orientadoras previamente establecidas. 7. Planificación y Cronograma: Establecer un cronograma detallado de las etapas del proyecto, asignando fechas para cada actividad, desde la identificación de áreas hasta la evaluación continua. 8. Recursos Necesarios: Enumerar los recursos humanos, materiales y tecnológicos necesarios para llevar a cabo el proyecto. Incluir presupuesto estimado y fuentes de financiamiento, si es necesario.
Desarrollo de Agendas por Áreas: Para cada área, presentar: Definición del Campo del Saber: Explicar qué abarca específicamente el área. Objetivos de Aprendizaje: Detallar los logros educativos esperados. Temas y Proyectos de Investigación: Enumerar los temas clave y proyectos sugeridos para la investigación formativa. Habilidades a Desarrollar: Especificar las competencias que se busca fortalecer en cada área. 10. Evaluación y Seguimiento: Establecer los indicadores de cumplimiento y métodos de evaluación. Describir cómo se realizará el seguimiento constante de las Agendas de Conocimiento para ajustes necesarios. 11. Conclusiones: Resumir los hallazgos y expectativas finales del proyecto. 12. Recomendaciones: Proponer sugerencias para la implementación efectiva de las Agendas de Conocimiento, basadas en lecciones aprendidas durante el proyecto. 13. Anexos: Adjuntar documentos relevantes como ejemplos de actividades, modelos de evaluación, videos que documenten el proceso, evidencias de producto evidencias de resultado, entre otros.


EJES Y COMPETENCIAS QUE DEBEMOS INVOLUCRAR EN NUESTROS PROCESOS DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE SI QUEREMOS INICIAR EL PROCESO DE SER UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA QUE FORMA PARA LA CIUDADANIA GLOBAL Y EL SIGLO XXI.
Educación Global de Ciudadanía: Tiene como objetivo empoderar a los estudiantes para que participen y asuman roles activos, tanto a nivel local como mundial, para enfrentar y resolver los desafíos globales y, en última instancia, para convertirse en contribuyentes proactivos a un mundo más justo, pacífico, tolerante, incluyente, seguro y sostenible. Competencia Global: La capacidad de examinar cuestiones locales, globales e interculturales, comprender y apreciar las perspectivas y puntos de vista del mundo de otros, participar en interacciones abiertas, apropiadas y efectivas con personas de diferentes culturas y actuar por el bienestar colectivo.
Aprendizaje intercultural: Un proceso que conduce a una mayor conciencia y comprensión de la propia identidad cultural (normas, comportamientos, relaciones y visiones), las de otras culturas y cómo interactuar de manera consciente y auténtica a través de la diferencia entre ellas.
Diversidad: Diferencias individuales y grupales en términos de raza, etnia, género, orientación sexual, estado socioeconómico, edad, capacidades físicas, creencias religiosas, creencias políticas u otras ideologías. También abarca la comprensión de que cada individuo es único, y que nuestras diferencias individuales, el pluralismo de perspectivas, puntos de vista y prácticas deben ser positivamente considerados, apreciados y valorados.
Educación internacional: Educación que trasciende las fronteras nacionales mediante el intercambio de personas, por ejemplo, estudiantes que viajan a estudiar al extranjero, como parte de un programa de intercambio.
Educación intercultural: Educación que respeta, celebra y reconoce la normalidad de la diversidad en todas las áreas de la vida humana. Desarrolla una comprensión de otras personas y una apreciación de la interdependencia, en un espíritu de respeto por los valores del pluralismo, la comprensión mutua, la paz y la diversidad cultural. El alumno debe adquirir conocimientos, habilidades y valores que contribuyan a un espíritu de solidaridad y cooperación entre los diversos individuos y grupos de la sociedad.

Nuevo plan para el 2025. Hacia la construcción de un currículo y un espacio formativo denominado: “catedra: construyamos felicidad”. (Ver Gestión Directiva)
Como Rector ánimo a toda la Gestión Académica a seguir trabajando con inteligencia por el Bienestar y Progreso de nuestra Comunidad Educativa, desde ya comprometo a los Padres de Familia y estudiantes como protagonistas de todas estas iniciativas, recordemos: “la esperanza no defrauda y al igual que Don Bosco, quien propuso desde su época la Sociedad de la alegría, los invito a todos a ser felices con los éxitos colectivos que sin duda repercuten en los logros individuales”.